Entrevista a Pepe Viyuela por Oskar L. Belategui para el periódico "Ideal".
Fecha del artículo: 07-09-2009
Llega a la entrevista en un baqueteado Citroën Saxo, por si hubiera dudas de su condición de antiestrella. Pepe Viyuela (Logroño, 1963) salta del ultramarinos de 'Aída' a la España sórdida y mísera del franquismo en la adaptación teatral de 'El pisito', desde este fin de semana en el madrileño teatro Marquina.
-Rafael Azcona se quedó corto hace 50 años. Hay que ver lo que sigue costando un pisito.
-Puede que la realidad supere a la función. La gente tiene que hacer barbaridades para apiñarse en un pequeño cubículo. Incluso es más difícil que antes. Yo lo he vivido. En Logroño, mis padres compartían piso con mi abuela y otra señora. Hasta que vinimos a Madrid no tuvimos una casa.
-¿Le quita el sueño el euríbor?
-Como a todos. ¿Quién está libre de alguna dentellada de los bancos en su cuerpo? Los dioses griegos son ahora el mercado, que nos zarandea. Soy tonto, pero como estoy en un mundo de tontos...
-Vaya consuelo.
-Es el mundo que nos ha tocado vivir, siempre por encima de nuestras posibilidades. Nos quejamos y seguimos haciendo lo mismo.
-¿Eran mejores las patronas de las pensiones que los bancos?
-Por lo menos les veías la cara, podías insultarlas y patearles al gato. Los bancos atentan desde la invisibilidad.
-Salía en el 'Un, dos, tres...' peleándose con los objetos. De ser mudo a no callar en televisión.
-La incursión en el mundo gestual fue una necesidad. Al terminar Arte Dramático no encontraba trabajo en ningún sitio, y vi que el humor era más fácil de colocar en los bares y en la calle. La gente me sigue recordando aquel personaje.
-El Chema de 'Aída' se llama así por el panadero de 'Barrio Sésamo'.
-Me enteré después de unos cuantos episodios. Chema no es un perdedor, se conforma con lo que le ha dado la vida, toda una lección. Y tampoco es tan buenazo, parece el intelectual, el sensible, pero puede llegar a ser muy mezquino. En un grupo de payasos sería un cara blanca sin autoridad. El que llama a la cordura entre tanto disparate.
-Lleva cinco años en una serie que se titula con el nombre de un personaje que ya no está.
-Es un asunto sobrevenido. Pero si alguien ve la serie por primera vez se preguntará por qué se llama así. Aída es una gran ausencia pero no deja de estar en la sombra. Se siguen haciendo referencias constantes y los guionistas se han sacado de la manga a la nieta.
-Es el padre del enamoradizo Fidel. ¿Qué piensa cuando escucha eso de 'le ha salido un hijo maricón'?
-Me lo dicen por la calle a todas horas. Es una broma de muy mal gusto que si la contestara no haría otra cosa. ¡Qué mundo tan estúpido y cerril! ¡Cómo podemos seguir pensando que es una desgracia tener un hijo homosexual! Los hijos siempre acaban enseñando a los padres, hay que tener los ojos para apreciarlo.
-Usted es el mejor Filemón posible.
-Gracias. A mí me cuesta verme, me gusta el pintado. No he vuelto a disfrutar igual de un tebeo de Mortadelo y Filemón. Javier Fesser me lo advirtió: 'Vaya putada que te he hecho, ¿eh? Este sambenito no te lo quitas en la vida'. A mi hijo en el colegio le llaman el hijo de Filemón.
-¿Qué aprendió los cuatro años que pasó de administrativo en el Ayuntamiento de Alcobendas?
-Conseguí independencia económica y supe que no quería dedicarme a eso el resto de mi vida. Estaba fijo y tenía unos compañeros estupendos. Me costó pedir la excedencia: ya tenía un hijo, pagaba el piso...
-Con Payasos sin Fronteras ha visitado Palestina, Irak, Kosovo...
-Nos hemos acostumbrado más a los fusiles que a las narices rojas. ¿Y qué es más absurdo: un payaso o un soldado? La única recompensa es que un niño te sonría, el ansia de cambiar el mundo se me pasó hace mucho. Cuando estás con críos sin manos o sin piernas en un hospital y vuelves a tu casa no puedes ver las cosas de la misma manera. No te conviertes en un amargado, sólo pones los pies en la tierra.
-¿Con sus dos hijos es payaso?
-Y ellos conmigo. En casa nos reímos mucho. No es 'Los mundos de Yupi', ¿eh? Hay broncas. Pero nos gusta hacer gansadas.
-¿Se enfada cuando le dicen que es un tipo tierno y entrañable?
-Me enfadaría si me dijeran, no sé, que tengo cara de cerdo. Emanar ternura y bondad es positivo. Me gusta la gente que se enternece y se deja tocar por la vida.
FUENTE: http://www.ideal.es/jaen/20090907/sociedad/euribor-quita-sueno-20090907.html
FUENTE: http://www.ideal.es/jaen/20090907/sociedad/euribor-quita-sueno-20090907.html
¿Es o no es una entrevista simpática, divertida, curiosa y seria a la vez? Me cae bien este tío.
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