Murillo se quita el 'piercing'

El Museo de Bilbao retira una campaña que mostraba al pintor sevillano con un pendiente al no gustarle al propietario del cuadro

06.10.09 -

JON FERNÁNDEZ | BILBAO

Era una imagen rompedora, uno de esos fotomontajes con Photoshop habitual en las revistas del corazón o los catálogos de moda. El recurso no es habitual a la hora de promocionar arte clásico. Y, claro, el cartel anunciador de la próxima muestra sobre 'El joven Murillo' en el Museo de Bellas Artes de Bilbao había llamado la atención del público.

En el rótulo se mostraba un autorretrato del famoso artista andaluz modificado con un programa informático para incluirle un moderno 'piercing' en su ceja derecha, algo que no le ha gustado ni un pelo al propietario del cuadro. Así se lo hizo ver hace unos días a la histórica pinacoteca, que ha accedido a retirar la campaña publicitaria apenas tres semanas antes de inaugurarse la exposición el próximo lunes 19 de octubre.

Es la primera vez que este retrato de Bartolomé Esteban Murillo (Sevilla, 1617-1682) va a mostrarse en España. Después de unas arduas gestiones, el museo arrancó un 'sí' al responsable de la colección privada de Nueva York de la que forma parte. Correr el riesgo de perder en el último momento la cesión de una obra de arte que se verá por primera vez en España no entraba en los planes de la centenaria institución.

¿Lo malo del asunto? Que la curiosa promoción ha aparecido ya en algunas revistas porque no ha dado tiempo a retirarla. «La publicidad había sido contratada con bastante antelación y cuando decidimos cambiarla ya era demasiado tarde», lamentaba ayer un portavoz del centro.

En el cuadro, fechado en torno a 1650-55, el autor se refleja a sí mismo como un clásico a pesar de rondar los 30 años. De ahí el simbolismo de retocar su aspecto para promocionar la exposición de 'El joven Murillo'. «Pretendía ser un guiño al título de la muestra y pareció gustar a mucha gente...», relatan con pesar en el Bellas Artes. La pinacoteca bilbaína no se planteó en ningún momento la posibilidad de hacer caso omiso al propietario del lienzo y seguir adelante con la campaña, más que nada porque «la generosidad» de esa persona estaba por encima de cualquier interés corporativo. Era una cuestión de prioridades.

FUENTE: http://www.nortecastilla.es/20091006/contraportada/murillo-quita-piercing-20091006.html

A mí este cartél me hizo gracia, mucha gracia, y sólo ví en él un detalle gracioso con tal de caer simpática la idea en el cliente de ver un museo con cuadros de Murillo. Sólo eso. Pero me temo que este concepto asustó, y mucho, al propietario del cuadro. Espero que esta obra se muestre en España, aunque no haya habido tiempo de retirar la campaña.